martes, 21 de junio de 2011

Cena benéfica: cocineros encienden el fogón para construir casas

Nuevamente la solidaridad encuentra sus insumos en la cocina peruana. Diez chefs se ciñen la camiseta de voluntarios de Un Techo Para Mi País


CATHERINE CONTRERAS
Pan con palta y chicharrón. Milagros y su hijo celebran el fin de semana con este humilde banquete bajo el techo de la casita que un grupo de chicos les construyó en el asentamiento humano Cerro Verde, en San Juan de Miraflores. Iván Kisic y Álvaro Raffo escuchan a la joven madre y confirman por boca del inquieto Junior sus gustos y preferencias. Los cocineros se inspiran y crean un plato que glorifica la cocina casera, sazonada con humildad y sellada con solidaridad.
Ellos y ocho chefs peruanos más se han puesto la camiseta de Un Techo para mi País para cocinar el menú que la sede peruana de esta organización internacional sin fines de lucro presentará mañana en la cena “Del asentamiento al mundo”.
En el Museo Larco, el también chef Christian Bravo presentará a los comensales la obra al detalle y los sensibilizará guiándolos en el disfrute de una cena que espera reunir a personalidades del campo empresarial, político, intelectual y cultural de Lima.
CHEFS UNIDOS
Casa y pan son esenciales para vivir. Por eso, Renato Peralta iniciará la experiencia con sus crocantinis negros con sal de Maras y un gran pan campesino a las tres pimientas que irá al centro de la mesa para compartir.
A continuación, Kisic y Raffo servirán su entrada fría: merengue salado de palta sobre pan de anís; pollo enrollado (cocido a baja temperatura y frito) sobre un ketchup de rocoto y ensaladilla de arvejas partidas.
Y para entrar en calor, la dupla Mitsuharu Tsumura -Brisa Deneumostier servirá su Oda a Nuestra Tierra: crema de papas nativas (wenjos y quekorani morada) y sachatomate con dashi de hongos de Porcón, papas en texturas, tierra de maíz morado y hierbas andinas.
“Decidimos crear un plato de cuchara que representa las sopas y cremas que se toman a diario [...]. Además dan esa sensación de acogida, cariño, cuidado… De alguna manera eso es lo que estamos haciendo con esta cena”, dice Brisa, quien radica en Madrid, pero logró hacer coincidir su agenda con el evento.
CASERA GOURMET
Los segundos arrancan con el locro de zapallo a cargo de Pedro Miguel Schiaffino y Jaime Pesaque. Un plato cotidiano que llega a la mesa gourmet luciendo zapallos de norte, centro y sur, con toques de huacatay y chincho, y repotenciado con camarones.
El último fondo coronará con “lo máximo de sustancia, temperatura y sabor”. Lo dice Virgilio Martínez, quien junto con James Berckemeyer buscarán atraer la buena suerte sirviendo unas lentejas bebe que atrapan el sabor de un cerdo lechal envuelto en jamón ibérico y confitado con aceite de cítricos.
Giovanna Maggiolo pone el punto final. Ella conoció en Cerro Verde a Karina y sus hijos, quienes comen camotillo y venden tejas, combinación que resultó en el postre que corona esta cena: láminas de camotillo, ensalada de chirimoya perfumada con cardamomo y naranja, gomas de piña y salsa de chocolate bitter al 80% de cacao de Tarapoto.
¿A DÓNDE IR?
Miércoles 22, a las 8 p.m. Museo Larco. Dirección: Av. Bolívar 1515, Pueblo Libre. Donación: 120 dólares. Capacidad: 250 personas. Informes e inscripciones: www.untechoparamipais.org/peru.

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